CLARA LEDESMA

Clara Ledesma (1924-1999). Pintora considerada una de las más sobresalientes del Caribe en el tratamiento del tema étnico. Nació en Santiago de los Caballeros. Recibió sus primeras orientaciones artísticas del maestro cibaeño Yoryi Morel. Más tarde, en la ciudad de Santo Domingo ingresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes donde tuvo como compañeros a Gilberto Hernández Ortega, Marianela Jiménez, Nidia Serra y Luichy Martínez Richiez. Fue discípula de José Gausachs, y junto a él, Jaime Colson y Gilberto Hernández Ortega integró en 1954 el grupo Los Cuatro, donde emerge su figura. Al graduarse en 1948 viajó a Madrid, Barcelona y Sevres donde continuó sus estudios de arte.

A su regreso al país participó en numerosas exposiciones en la Bienal Nacional de Artes Plásticas en las que obtuvo varios premios. Fue profesora y subdirectora de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Con una gran sensibilidad para traducir la problemática racial, la negritud fue el tema de sus mejores etapas. En muchas de sus obras de fines de la década de 1940 y principios de la década de 1950 se apreciaron las influencias del realismo social de Darío Suro.

Se convirtió en una de las pintoras dominicanas de mayor vigencia. Su producción de entonces fue el resultado de un trabajo ascendente que llegó a deformar las imágenes, sin trabajar la completa abstracción. Más tarde, su tratamiento de lo negro empalmaría con las imágenes del maestro José Gausachs y con el diseño curvo, de media luna, que distinguió un período de la pintura de Gilberto Hernández Ortega. Sus temas en las décadas de 1950 y 1960 eran obreros, pescadores, paisajes de puertos y una naturaleza tenebrosa llena de magia y de misterio. A partir de 1960 trabajó obras llenas de colores tropicales donde pequeños seres interactuaban dentro de la naturaleza compuesta por caracoles, mariposas y estrellas, que lograron imágenes oníricas cercanas a la obra de Paul Klee o de Joan Miró.

Pintura colorista e imaginativa, visión del mundo tropical con dimensiones espirituales que ocuparon un espacio lleno de símbolos y códigos personales constituyeron las características de su última obra realizada en la década de 1980. Entre las numerosas premiaciones que recibió se destacan el Tercer Premio de Pintura de la V Bienal Nacional de 1950, el Primer Premio de Dibujo en la VII Bienal de 1954, el Primer Premio de Pintura en la VIII Bienal de 1956, el Segundo Premio de Pintura y el Primer Premio de Dibujo en la XI Bienal de 1963. En 1964 en el Primer Concurso Anual de Arte Eduardo León Jimenes obtuvo el Segundo Premio de dibujo. Sus obras formaron parte de importantes colecciones y museos. Falleció en la ciudad de Nueva York.