Historia de Santiago la Ciudad de los 30 Caballeros
Para fundar una ciudad se exigía el establecimiento de 30 familias. La Ciudad de Santiago de los 30 Caballeros surgió casi a la par con la colonización de la isla, ya que sus orígenes se remontan a más de quinientos años de historia.
Pocos vestigios quedan del Santiago de aquel entonces, que en su primer asentamiento fue fundado como una fortaleza por el almirante Cristóbal Colón, en el año 1495, a orillas del río Yaque del Norte. Luego, en 1504, sin que se conozcan los motivos, fue trasladada por el gobernador Nicolás de Ovando a la comunidad de Jacagua, al norte de la ciudad, donde se fundó la Villa de Santiago, conocido hoy día como Santiago Viejo.
Los historiadores Petruzka Sméster y Edwin Espinal Hernández coinciden en que el nombre le fue dado en honor a Santiago Apóstol, patrono de España, y de Santiago de Compostela, ciudad en cuya Catedral se encuentran sus restos.
Según Espinal Hernández, el origen del nombre de los 30 Caballeros, se debe a que era norma que para fundar una ciudad hubiese por lo menos 30 vecinos con cierto número de dependientes y animales para su sustento. Otra versión plantea que siendo la ciudad del 30 de marzo se tiene que caballeros más 30 de marzo es igual a Santiago de los 30 Caballeros.
Hay varias versiones sobre el nombre de la Ciudad de los 30 Caballeros, como se le conoce a la provincia Santiago, una da cuenta que “se nombró así en honor al Patrón Santiago, uno de los primeros mártires de los que crearon toda una historia en España, a través de Santiago de Compostela. Compostela significa campo de estrella”.
“El nombre de Santiago tiene tres versiones: el apóstol San Santiago Mártir, Santiago Matamoros y Santiago el Caminante, que es el nuestro, el del camino de Santiago. Ese Santiago nuestro es el que lleva el callao, la bota para el agua, el que tiene sus botas puestas, hombreras anchas, la esclavina, el que tenemos en la Catedral y que se saca en la fiesta del patrón”, explica Petruzka Sméster.
Pero Edwin Espinal Hernández tiene otra versión: “se alude como tradición, en vinculación con el dato anterior, que la ciudad fue fundada por 30 caballeros de la Orden Militar de Santiago, pero no hay constancia documental de ello. A la ciudad, en la época colonial, vivieron caballeros de la Orden de Santiago, pero no se sabe si efectivamente fueron fundadores o no.
El apelativo de «los Caballeros» aparece en la segunda mitad del siglo XVI, y antes de ese momento aparece como Santiago solamente, de modo que no hay certeza sobre esa fundación caballeresca”, precisa Espinal Hernández. Un terremoto ocurrido en el año 1562 destruyó la Villa de Jacagua, dando origen así al tercer asentamiento de la ciudad, donde permanece hoy día, a orillas del Yaque, como fue la primera intención de Cristóbal Colón. Esto se produjo en épocas de Felipe II.
Derrumbe biológico
Petruzka Sméster relata que los indios que habitaban esta parte de la isla, con la llegada de los colonizadores, eran lavadores de oro en esta zona, y los españoles los pusieron a buscar oro, comenzando así el derrumbamiento biológico a través de las enfermedades que trajeron los colonizadores.
“Hay una hecatombe, aquí no se conocía viruela ni ninguna de esas enfermedades, aquí había una sífilis benigna. La gran conquista y la destrucción de América se deben a las enfermedades que los españoles trajeron, hubo un derrumbe biológico terrible, por los trabajos forzados, por las enfermedades”, explica la historiadora.
Continúan explicando que aquí trajeron el Plan de Cisneros para acabar la población indígena, pero un factor que destruyó a América fueron las encomiendas, cuando se le entregaba a un señor una cantidad de indios para trabajar, pero había una cosa que se llamaba la demora, que no lo hacían completo, que tenían que sacarlos, mandarlos a descansar y no se cumplía. Esa es la razón por la que queda muy poco de la herencia indígena, según explica la historiadora.
En Santiago quedan tradiciones de alimentos, como el maíz, la yuca, el casabe (llamado el pan de las Américas, que lo tenemos hasta el día de hoy), la costumbre del uso del burén para fabricar casabe, así como algunos rituales.
“El pastelito de harina y carne se comía desde 1514, es una herencia de los españoles, no con la forma que lo hacemos hoy día, pero tomaban harina, le ponían la carne y lo envolvían. Una de las cosas que prosperó en la villa fue la carne, aquí había bastante porque esto fue un hato después que cayó el oro y el azúcar”, precisa la historiadora.
Trujillo acabó con la primera ciudad
Pocas huellas quedan del primer asentamiento, donde estaba el fuerte fundado por Colón, a orillas del Yaque del Norte, no hay nada. “Aquí se acabó con todo, cuentan que un gobernador de Puerto Plata, porque Trujillo iba para La Isabela, mandó a pasarle un gredal al lugar donde estaba la ruina, creía que estaba limpiando y destruyó lo que había, y votaron los escombros al río”, expresa la reconocida historiadora Petruzka Sméster.
En Jacagua, donde estuvo el segundo asentamiento de la ciudad, de acuerdo al comunicador Carlos Benoit, de los cimientos originales quedan las ruinas de muchas columnas, el pozo original del acueducto, una fuente jardín, otro pozo que aún funciona y muchos muros a ras de tierra. Hay unos muros altos de la reconstrucción de la iglesia que en el 1890 hiciera el arquitecto Onofre de Lora.
Fuente: Periódico El Caribe – Wendy Almonte.
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