Paul Giudicelli (1921-1965). Pintor considerado maestro innovador de la pintura nacional. Nació el 13 de noviembre en el ingenio Porvenir en San Pedro de Macorís. Sus padres Ángel Giudicelli Grillasca y Paulina Palmieri, oriundos de Córcega (Francia), vinieron al país como colonos de la caña de azúcar a instalarse en la ciudad de San Pedro de Macorís. Desde los cinco años hasta los nueve años vivió en la colonia La Francia del ingenio Boca Chica. De los nueve a los once años viajó a Francia junto a su familia. A su regreso realizó los estudios primarios en el colegio Santa Ana de Santo Domingo.
Abandonó el bachillerato para hacer estudios comerciales que interrumpió para contraer matrimonio a los dieciséis años de edad. Se dedicó al comercio, trabajó como comprador de oro ambulante en Santiago de los Caballeros y fue comerciante en el tráfico de frutos cerca de la frontera con Haití. En 1948 ingresó en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Inició estudios de guitarra, los que abandonó para dedicarse por completo a la pintura. En 1948, con veintiocho años se inscribió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, empujado por una vocación que parecía tardía. Sin embargo, realizó los estudios de pintura y al terminar en 1952, recibió una mención honorífica del Director General de Bellas Artes. En 1953 realizó su primera exposición individual en la Galería Nacional de Bellas Artes en la que exhibe 70 obras entre óleos, guaches, acuarelas, dibujos y ensayos para murales.
En 1957 y 1959 realizó su segunda y tercera exposiciones individuales en el Palacio Nacional de Bellas Artes. En 1959 presentó su cuarta exposición individual en el Ayuntamiento de la ciudad de San Cristóbal y en 1962, presentó su quinta y última exposición individual en la Facultad de Arquitectura e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En 1960 fue nombrado profesor de pintura de la Escuela Nacional de Bellas Artes y profesor interino de Acuarela de la Universidad de Santo Domingo. Más tarde, fue nombrado subdirector de la Escuela Nacional de Bellas Artes. En la XI Bienal de 1963, obtuvo el Primer Premio de Pintura con su cuadro Meditación sobre la Armadura de un soldado, obra con la que ubica la deformación geométrica como primer paso para su pintura abstracta. Sus temas se desarrollaron vinculados al mundo taíno precolombino y a la cultura negra de los bateyes azucareros.
Él mismo preparó sus pigmentos y creó una mezcla que denominó óleo-temple-plastílico, con la que conseguía protuberancias en la tela y un terminado mate, como de tierra. Fue un pionero no solo del modernismo, el cual introdujo en la pintura dominicana, sino del trabajo de cerámica y mosaico. Realizó murales en técnica cerámica para los palacios municipales o ayuntamientos de las ciudades del interior del país. Murió en Santo Domingo.