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EL OÍDO

El oído consciente

En 1968, empezó a aplicarse por primera vez el Método Tomatis en el Centro de Estudio Infantil de la Universidad de Ottawa en Canadá, para el desarrollo del oído consciente. Se basa en la estimulación auditiva para acelerar el desarrollo de las capacidades auditivas, lingüísticas y de comunicación.

Tomatis sostiene que la audición es lo más fundamental e importante para el desarrollo del lenguaje y de la comunicación oral; es la base para la adquisición de la lengua y el desarrollo de la comunicación social.

Para Tomatis, la música contribuye al desarrollo de las capacidades auditivas del ser humano, e insiste en que los sonidos son los elementos más enriquecedores y energéticos del cerebro.

Percepción, discriminación y memoria auditivas

La percepción auditiva, la discriminación auditiva y la memoria auditiva son capacidades que hoy día están siendo un poco olvidadas dentro de la educación escolar. Sin embargo, pasada la escuela primaria, solamente se suele hacer uso de la memoria visual.

Todo esto ha dado como resultado, que nuestra memoria auditiva y nuestras capacidades auditivas se hayan debilitado. Sin embargo, las capacidades auditivas son las más ricas de las capacidades de las que disponemos. Los conocimientos humanos más esenciales se transmitieron en forma oral. Las capacidades auditivas son las que primero empezamos a desarrollar, aun desde antes de nacer.

La música es un medio excelente para desarrollar el oído consciente. La educadora musical dominicana Catana Pérez de Cuello afirma que el reconocimiento consciente de lo escuchado es una de las condiciones básica  para una comprensi6n inteligente de la música, que permitirá a la vez disfrutar más de ella.

 Diferencia entre oír y escuchar

Los procesos de oír y de escuchar envuelven funciones con mecanismos diferentes.

Oír es la percepción pasiva de los sonidos.

Escuchar es una acción voluntaria que requiere el deseo de usar el oído para fijar y seleccionar los sonidos en el cerebro. En otras palabras, escuchar es la capacidad de seleccionar la información sonora que uno quiere para poder percibir una idea clara y organizada. Por lo tanto, la función de escuchar está muy estrechamente relacionada a los procesos de atención y concentración, y juega un papel muy importante en la comprensión integral y retención de los mensajes sonoros. Aprendiendo a escuchar es como se desarrollan las destrezas auditivas relacionadas con la percepción, la discriminación y la memoria auditiva.

 Procesos de comprensión de los sonidos

Escuchar es una actitud mental que se adquiere por un condicionamiento espontaneo; es estar con el oído alerta.

El psicólogo y educador musical Edgar Willems nos habla de las diferencias que existen entre los términos «oír«, «escuchar» y «entender”.

Para Willems el proceso sería el siguiente:

Finalmente, el tercer nivel de audición corresponde a la acción de entender, la cual conlleva la toma de conciencia de lo percibi­do. A esto es a lo que Willems denomina la inteligencia auditivo.

 Elementos de las destrezas auditivas

Escuchar conscientemente cualquier tipo de música es un excelente medio para perfeccionar el sentido auditivo. La educación musical enseña al alumno a entender y a escuchar de manera activa y reflexiva. Pues también favorece el pensamiento crítico y la adquisición de valores éticos y estéticos. Todos estos son objetivos fundamentales e indispensables en la formación integral del ser humano.

Gerard Ducorneau establece que al trabajar las destrezas auditivas nos involucramos con tres elementos:

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