El Método Tomatis es un programa de estimulación auditiva, actividades audio-vocales y orientación personalizada diseñado para maximizar los beneficios de escuchar mejor.
El escuchar y la comunicación son las vertientes que determinan los campos de aplicación del Método, que pueden variar desde programas enfocados a problemas de aprendizaje o a la integración de idiomas hasta programas para el estrés o para la mujer embarazada.
Se utiliza para enriquecer habilidades o para superar problemas relacionados con el escuchar, como son problemas del habla y de lenguaje, dificultades con el aprendizaje, la atención, la energía y la concentración, entre otros.
Los Programas del Método Tomatis estimulan el oído en un ambiente de apoyo para fomentar la motivación interna para escuchar, para corregir el control audio-vocal y para afinar el circuito cibernético entre el oído y la voz que es tan importante para el auto-control del habla.
Dr. Alfred A. Tomatis:
El otorrinolaringólogo francés, Alfred A. Tomatis, pionero internacionalmente reconocido en el estudio de la relación entre el oído, la voz y la psique, ha dedicado su vida al desarrollo de la nueva ciencia del escuchar, y a un nuevo enfoque de intervención para corregir los múltiples problemas asociados con deficiencias en nuestra facultad de escuchar.
Hijo de uno de los grandes cantantes de Europa, Alfred A. Tomatis nació en Niza el primero de enero de 1920, y se abocó al estudio de los problemas de oído, nariz y garganta. En su trabajo clínico, empezó a ver similitudes en las audiometrías de cantantes de ópera con problemas para cantar en los altos rangos de voz. Observó distorsiones auditivas a nivel de oído en las mismas frecuencias que los cantantes ya no podían controlar en su emisión vocal del canto. Así el Dr. Tomatis descubrió que la voz y el oído son parte del mismo circuito cibernético neurológico, por lo que un cambio de respuesta en uno aparecerá inmediatamente en el otro. De esta forma, el Dr. Tomatis formuló los siguientes principios:
Fundamento Teóricos:
1. La voz únicamente reproduce los sonidos que el oído puede escuchar.(El Efecto Tomatis)
2. Si se le da al oído la posibilidad de escuchar correctamente, la voz mejora instantánea e inconscientemente.
3. Es posible transformar la voz a través de una estimulación auditiva sostenida durante cierto periodo de tiempo.
El Oído Electrónico:
Para reeducar la voz de los cantantes, el Dr. Tomatis diseñó un aparato de entrenamiento denominado Oído Electrónico, que es un amplificador con varias funciones que permite mejoras en la capacidad de escuchar y modificaciones en el comportamiento, sobre todo en lo relacionado con la comunicación. El Oído Electrónico permite el acceso a frecuencias agudas de l6,000 hertzios o más y filtra cassettes especiales de música y de voz, pasando el sonido entre dos canales. El sonido pasa a través de audífonos de diseño especial que incluyen la conducción de frecuencias vía aérea y ósea.
El Oído Electrónico estimula al oído humano a llegar a su capacidad plena como receptor, como discriminador sutil entre frecuencias y como dinamizador de energía cortical. Para facilitar el procesamiento auditivo eficiente al hemisferio izquierdo del cerebro, el centro primario del control para el habla, el Oído Electrónico entrena al oído derecho como el oído «directriz» para escuchar. A través de un micrófono conectado al Oído Electrónico, uno recibe retroalimentación audio-vocal de buena calidad de su propia voz para educar la voz como una fuente rica de estimulación sensorial para el beneficio del cuerpo y el cerebro. Por medio del Oído Electrónico el Dr. Tomatis ha demostrado que se puede influenciar la habilidad de escuchar de la persona, transformando positivamente su habla, su actitud mental, su postura y control corporal y todo su sistema audio-vocal.
La Diferencia entre Oir y Escuchar:
Tomatis hace una distincion clave entre oír y escuchar. Oír es pasivo, estamos bañados en sonidos pero no logramos integrarlos. En cambio escuchar es integrar, requiere la motivación para poner atención para enfocar el oído captando selectivamente ciertos sonidos, y enmascarando los sonidos o ruidos que no nos interesan. Escuchar nos permite relacionar con el mundo, y percibir cómo el mundo se relaciona con nosotros. Es un proceso contínuo que moldea nuestras conexiones con nosotros mismos, con las demás personas, y con el aprendizaje. Años de observación científica e investigación clínica han dado lugar al desarrollo de este enfoque integral y pedagógico para resolver problemas de aprendizaje, de comunicación y de relación.
Escuchar implica muchas funciones. En la escucha participa todo el cuerpo: la postura de escucha involucra gran parte de los músculos del cuerpo y la voz se modifica enriqueciéndose y haciéndose más nutridora para sí mismo y para quienes lo escuchan. Otra función importante del oído es: ser un dinamo de carga para la corteza cerebral. El oído es proveedor de la energía vital para todas nuestras actividades e incluso para aumentar nuestro estado de conciencia.
Una gran variedad de disfunciones de aprendizaje y de comunicación tienen un componente relacionado con una escucha afectada por estresores que pueden variar desde problemas durante la etapa prenatal hasta situaciones de salud como otitis media recurrente en los primeros años de vida.
En situaciones de estrés, la mayoría de los adultos estamos cada vez más cansados, toleramos menos el ruído y no tenemos la motivación de poner atención, ni de hablar, ni de cantar, entrando en un estado de privación sensorial y de tensión un camino muy efectivo para corregirla es a través de estimulación sensorial por vía auditiva, en un programa integral.
El oído es el primero de nuestros sentidos en desarrollarse completamente y tiene un papel primordial de estimulación sensorial en la ontogénesis del cerebro y del sistema nervioso durante la etapa prenatal.El escuchar es vital durante todas las etapas del desarrollo- la infancia, los años escolares, la vida adulta y la tercera edad. Precisamente porque el escuchar es tan básico, una distorsión puede afectar a tantas áreas de importancia en la vida humana. Afortunadamente a través de la Terapia Auditiva es posible mejorar la escucha, lo que permite al individuo realizar más ampliamente su potencial humano.
» Oír es una acción pasiva que se ubica dentro del territorio de la sensación, mientras que escuchar es un proceso activo que se ubica dentro del territorio de la percepción. Los dos son totalmente diferentes. Oír es esencialmente pasivo; el escuchar requiere adaptación voluntaria. Cuando el oír da paso a escuchar, la conciencia de uno se aumenta, la voluntad se activa, y todos los aspectos de nuestro ser se involucran al mismo tiempo. La concentración y la memoria, nuestra inmensa memoria, son testimonios de nuestra habilidad de escuchar». Alfred A. Tomatis, 1987.