La música, en ellos convienen todos, es un delicioso placer, ya sea sola o acompañada de cantos [ … ] Esto bastaría por si solo para introducirla en la educación. [ … ]
Nada hay más influyente que el ritmo y los cantos para imitar la cólera, la bondad, el ánimo, la sabiduría… La música es ciertamente una imitación de los sentimientos morales.
ARISTOTELES
Política V, 5