P. Julio César Paulino
Esta gigante obra arquitectónica de estilo neoclásico, fue construida por la firma de ingenieros asociados «Sociedad Civil», bajo la supervisión del ingeniero Virgilio Pérez Bernal.Fue terminada en el año 1955 e inaugurada el 15 de mayo de 1956, con un costo total de un millón seiscientos mil pesos.
Fue bendecida por Monseñor Octavio Antonio Beras, y los festejos se extendieron durante una semana donde se presentaron obras de teatro, conciertos, exposiciones pictóricas y otras actividades. El palacio de Bellas Artes está construido en un área de 1,300 metros cuadrados, siendo su estructura en su totalidad de hormigón armado. Sus dos plantas están levantadas sobre un sótano que cubre toda el área de construcción entre un cuadro de 116 grandes columnas en cuyos capiteles se asienta un bello friso y una cúpula central.
El herraje es completamente de bronce, para evitar la acción corrosiva de los aires marinos.
Las puertas y ventanas fueron construidas de caoba del país, y los vidrios de las ventanas del tipo matizado fueron importados de Alemania.
El acceso al palacio se hace a través de cuatro rampas que entran de la Avenida Máximo Gómez hacia el oeste, y de la Calle Mahatma Gandhi al este.
Estas rampas atraviesan los jardines de estilo francés donde reposan reproducciones de grandes obras de la cultura clásica.
A parte de todas las oficinas ‘que funcionan en su interior, está el Auditórium con una capacidad para 650 personas, donde la sala de butacas y el palco están integrados por gradas al estilo del teatro griego.
En el escenario se contempla un friso realizado por artistas españoles cuya composición escultórica representativa de la danza y -de la música fue inspirada en un vaso griego antiguo. En las paredes lateras se muestran máscaras alusivas a la comedia y tragedia griegas.
Estos murales son originales del pintor español Vela Zanetti, donde uno representa a Apolo, en actitud de defensa de las musas y el otro el nacimiento del arte.
Entre los directores que han estado al frente de este monumental palacio se encuentran: Rafael Díaz Niese, Jaime Colson, Héctor Incháustegui, Néstor Caro, Enrique de Marchena, Horacio Vicioso, Máximo Avilés Blonda, Virgilio Díaz Grullón, Pedro René Contín Aybar, Aliro Paulino Hijo, Pedro Morales Troncoso, José de Jesús Álvarez, Darío Suro, Prósper Puig Cohén, Aris Azar, Emil Boirie de Moya, Rubén Suro, José Delmonte, Arístides lncháustegui, nManuel Marino Miniño, Florencia Pierret, Carmen Heredia, Ricardo Bello, Franklin Domínguez, Bruno Rosario Candelier y Rafael Villalona.
Desde 1940, año en el que se crea la Dirección General de Bellas Artes, a la fecha, esta institución ha tenido veinticuatro directores.
De 1940 al 2000 han discurrido sesenta años, tiempo que en términos humanos comprende dos generaciones. En Término filosóficos, la vida de una institución es incuantificable, por lo que tendríamos que acudir a los parámetros de las realizaciones definidas en su estructura ideológica y en el perfil que la identifica como institución que ocupa un nicho en el quehacer de la dinámica social estimulada por la indetenible marcha del desarrollo, del progreso, del avance de la ciencia y la tecnología.
No nos toca hacer un juicio respecto a los resultados obtenidos a la fecha por la sexagenaria Dirección de Bellas Artes, tan solo vamos a comprometernos ante las presentes generaciones y ante las futuras a dejar una impronta que sea orgullo para el país y en especial para toda la familia artística nacional.